jueves, 30 de agosto de 2012

El color de la evasión





60 millones de años de vida, 8 kilometros de distancia, muchas historias y aún mucha vida por recorrer. El verde, el azul, el marrón, el ocre, el gris, son los protagonistas principales de este maravilloso paraje. Una inmensa paleta de colores planos, otras veces mezclados. Colores fríos, calientes. Algunos con tonos sombríos, otros amarillentos, azulados. Estas pequeñas pinceladas que todas juntas hacen algo muy grande, enorme, increíble. Al final de prados verdes, muy verdes, de tono amarillento, un tanto humédo por las lluvias continuas de la tierra. A los últimos metros de un camino eterno de color esperanza, unas rocas furiosas pero amables a la vez dan la bienvenida. Lo mismo hace el agua, el viento, la luz. En esa parte alejada de todo lo urbano los cinco sentidos se disparan al ritmo de las céilidh. El ruido del agua, las vistas al horizonte, el sabor a lo natural, el tacto de las rocas, el olfato a libertad. 











Zona de meditación, de reflexión, de caminantes sin destino, temporales, de culturas distintas, de miradas  múltiples. Lugar que brinda a los paseantes unas vistas inesperadas, vertiginosas; a fotógrafos, unas instantáneas asombrosas; a los artistas, inspiración, misticismo, reflexión, la búsqueda de la luz, de tranquilidad. Claude Monet, Gustave Courbet y sobretodo Caspar David Friedrich, principal representante de la pintura de los sentimientos, de la expresión de la belleza, del misticismo, del infinito, de la pintura romántica alemana, quien se inspiro en paisajes muy parecidos a los de  Acantilados de Moher (Irlanda), en obras como  Acantilados blancos de Rugen, entre otros.

Los Acantilados de Moher (Irlanda), se encuentran en la costa del océano Atlántico. Éstos que,  literalmente significan “acantilados de la ruina”, traducción que poco tendría que ver con la realidad con la que nos encontramos. Éstos forman parte de las 7 maravillas del mundo y son parada obligatoria para todos los curiosos de la tierra irlandesa. Es un lugar que te libera, que nada tiene que ver con la ciudad cosmopolita como Dublin, como Barcelona… como muchas capitales del mundo. 
Es pues, evasión, una de las palabras que definiría este accidente geográfico con tantos millones de vida y de tantos que le queda. Famoso por sus colores, su paisaje, su luz, sus sombras, su gente, su fauna su respiración.  

1 comentario:

  1. Tal com ho expliques, ve de gust agafar el primer vol i plantar-s'hi, per fer tot això que dius, contemplar, reflexionar, escoltar, sentir.

    ResponderEliminar